08 febrero 2010

LA TERAPIA FLORAL DEL DR. EDWARD बच


Para que podamos entender la concepción que el Dr. Bach tiene sobre la enfermedad, podemos decir que acuerda con: Hipócrates, Paracelso y Hahnemann en que no existen enfermedades, sino seres enfermos.
Para Bach nos dice que el Hombre tiene dos as¬pectos: uno espiritual y otro físico, y que de los dos, el espiritual es el más importante. El hombre nace para adquirir conocimiento a través de la experiencia, guiado por el YO espiritual, de su vida inmortal. El cuerpo físico sólo, permanecería a la deriva si no estuviera en comu¬nión con su espíritu. Por consiguiente, si se considerara al Ser huma¬no como unidad psicofísica y espiritual, la salud es el estado de armonía de estos aspectos. Por lo tanto, la salud sólo depende de que vivamos de acuerdo con nues¬tro YO espiritual, con los dictados de nuestra Alma.
Para Bach la enfermedad es la resultante del conflicto que surge cuando nuestra personalidad (que es como nosotros nos cono¬cemos) no obedece los dictados del Alma o Yo espiritual o Yo Superior.
Algunas etapas de la vida pueden resultar más sencillas y otras excesivamente difíciles en las que, si dejamos de seguir el dictado de nuestra alma, surgen los síntomas de la enfermedad, los que siempre van acompañados de un estado emocional-espiritual, desarrollando así «defectos» tales como: el odio, el miedo, la crueldad, el orgullo, la inestabilidad, la duda, etc. A estos «defectos» Bach los llamaba errores y estos podían ser para él de dos clases: a) cometer una falta, como es, ser cruel con alguien, b) o los errores por omisión, por ejemplo preferir callar, cuando se podría decir la verdad, no ayudar a alguien cuando se lo podría hacer. Para Bach, estos errores van determinando las causas de las enfermedades en su forma latente o manifiesta.
La enfermedad es una tendencia a la desunión entre la psique, el alma y el cuerpo. Sobre esto Bach afirma que «la enferme¬dad no es material en su origen» y por eso se sana con remedios inmateriales tales como las esencias vibracionales. De más está decir que esta concep¬ción es opuesta a la de la medicina alopática que actúa con remedios materiales (químicos) sobre el síntoma hasta suprimirlo, para que el paciente logre un estado de «bienestar», utilizando, además, el mismo remedio para el mismo síntoma, en la diversidad de pacientes, (Ej.: el mismo analgésico para el dolor de ca¬beza, de todos los que lo padecen).
Bach dice «...que se nos ha otorgado la enfer¬medad para acelerar nuestra evolución, es el método adoptado por nuestra propia alma, para conducirnos al camino de la compren¬sión, ya que si no fuera por el dolor, ¿Cómo sabríamos que la cruel¬dad duele?. Si no sufriéramos nunca una pérdida, ¿Cómo compren¬deríamos el sufrimiento que causa un robo?»
También nos dice que se debe «Curar de adentro hacia fuera», y al respecto señala que: «Se debe curar la mente (emociones), y el cuerpo le seguirá». Hacer lo opuesto, «Curar el cuerpo y no la mente, puede ser muy grave para el paciente ya que el cuerpo mejora a expensas del alma, así sólo se retrasa la lección y el aprendizaje.
Para Bach, «...la pre¬sencia de la enfermedad indica que hay cualidades en la personali¬dad que el alma está empeñada en eliminar, porque dichas cualidades están por debajo del patrón evolutivo de ese individuo». No se debe juzgar una cualidad en sí misma como buena o mala, ya que hay que tener en cuenta el estadio evolutivo de cada paciente. Tomemos un ejemplo: En un alma joven, buscar el poder en el tener, puede ser lo correcto, sin que esto cree un conflicto sobre su persona¬lidad y su YO espiritual, pero esto aparecera muy fuera de lugar en un estado mucho más avanzado de evolución, donde el alma haya dispues¬to que la personalidad tiene que practicar mucho más el placer del Dar que del Tener o Tomar.
Desde esta concepción filosófica del Ser y de la Salud y Enfermedad, Bach nos dice en relación a la tarea del Terapeuta, que éste deberá:
1) «Estudiar la naturaleza humana para ser capaz de ayudar a sus pacientes a que se conozcan a sí mismos».
2) «Darles consejos acerca del modo de armonizar sus personali¬dades con sus Almas».
3) «Administrar los remedios benefactores que eleven las vibracio¬nes de la personalidad y hagan más aceptable la residencia del Alma, desarrollando así la virtud requerida para perfeccionar esa armonía sobre el YO inferior y el superior, cuyo resultado es la sa¬lud perfecta»


Los remedios florales ejercen una influencia notable sobre la personalidad y ayudan al bienestar general independientemente de la estructura caracterológica del individuo, pues serán eficaces aún cuando la persona no crea en su acción benéfica e independientemente del nivel de evolución de su conciencia, y su efecto puede ser aumentado sensiblemente mediante el trabajo conciente, lo que implica un trabajo terapéutico en el que la persona comprenda el proceso que lo ha llevado a su enfermedad y acompañe el proceso de su sanación.


Lic. Alicia Mabel Alfuso
en Terapia Floral Dr. E. Bach M.I. 0276-008
Astróloga Humanística-Reiki Master
Técnica en Biomagnética
4308-4215 15-5835-3744
www.mirada-terapeutica.com.ar
aliciamabelalfuso@gmail.com
http://mirada-terapeutica.blogspot.com/

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